Un Viaje a Cancún - George Iglesias

¡Una carta elegida y firmada viaja a Cancún de manera muy sensual!

Un espectador elige una carta y la firma, luego vuelve a meterla en la baraja y mezcla todo. Tú, anuncia que tele transportarás la carta del espectador hasta un lugar encantador y exótico, una playa soñada del Caribe, por ejemplo Cancún. Puedes nombrar cualquier otra playa del mundo, tú eliges.

Haz un ademán mágico y la carta elegida desaparece de la baraja. Ahora invita al espectador a intentar encontrar su carta firmada en la baraja, sin éxito; aunque mire una por una las cartas, su carta simplemente habrá desaparecido.

Para demostrarlo, muestra un poster con la imagen de una bonita señorita, lleva puesta una bikini roja y una falda hula, además tiene un par de cocos y una carta boca abajo que puede verse dentro de su sostén.

Anuncia que harás viajar en el tiempo y la distancia una parte del cuerpo del espectador hacia Cancún para buscar su carta y traerla de regreso.

Entonces el espectador mete su mano dentro del poster doblado y saca, en lugar de su carta, la falda hula… Tú dices: “Oye, te pedí que sacaras la carta, no su falda”. Al abrir el poster puede verse que a la imagen le falta la falda.

Otra vez, dale la oportunidad al espectador de alcanzar su carta en el mundo bidimensional… Este mete nuevamente la mano, pero esta vez saca la parte de arriba de la bikini, el sostén. Cuando abras el poster, se verá que la muchacha ha cubierto la parte superior con los cocos.

Asume el riesgo, ve por todo, sacando la carta boca abajo… Grande es la sorpresa cuando de repente y “por error” sale la parte inferior de la bikini junto con la carta firmada…

Muéstrate avergonzado y pregunta al espectador qué carta había elegido, al darla vuelta podrá constatarse que es exactamente esa carta la que en principio se había firmado…

Anuncia el final del truco y haz una reverencia…

¡Pero, espera! El público quiere más. Quiere ver la imagen… Pregunta: “¿Quieres verla? ¿Realmente quieres verla?”. Abre el poster y muestra que es la imagen de Mario, el guardavida, un hombre musculoso con una fea mirada.