Prólogo


Martin Gardner

A pesar de haberme esforzado mucho para eliminar cualquier técnica difícil o innecesaria en los efectos que explico en este libro, he visto que varios de ellos requieren que el mago sea capaz de realizar la «mezcla falsa de Erdnase» que sirve para retener un paquete de cartas en la parte superior de la baraja. La mayoría de los cartomagos están familiarizados con esa mezcla, pero pensando en los que no la conocen (y que no tengan a mano una copia del Erdnase), parece razonable incluir en algún lugar de este libro una descripción de esa técnica. Y el prólogo es un lugar tan bueno como cualquier otro para explicarla.

Sujeta la baraja en la mano izquierda, en la posición de partida para hacer una mezcla por arrastre. El dorso de las cartas estará en el lado del pulgar. La mano derecha agarra y levanta tres cuartas partes de la baraja, para empezar la mezcla. El pulgar izquierdo arrastra la primera carta del paquete de la derecha y la deja sobre el otro, en salida interior. Es decir, que el pulgar presiona sobre dicha carta para que caiga sobre el paquetito izquierdo y quede asomando ligeramente por el lado más cercano a tu cuerpo. El resto de las cartas del paquete de la mano derecha son arrastradas y mezcladas sobre esa primera carta. La mano derecha vuelve a levantar tres cuartas partes de la baraja. Una vez hecho, el pulgar derecho empuja hacia el interior del mazo la carta que asoma, creando una separación justo bajo ella. Las cartas de la mano derecha vuelven a ser mezcladas sobre las otras, hasta llegar a la separación del pulgar, y en ese momento el bloque de cartas restante se deja caer sobre el resto del mazo. Esto completa la mezcla, que habrá dejado intacto el orden de la cuarta parte superior del mazo.

Con un poco de ensayo serás capaz de realizar esta mezcla con soltura, desplazando la carta en salida interior apenas medio centímetro y haciendo que la separación tomada por el pulgar derecho sea tan pequeña que no sea detectable ni siquiera para alguien que observe las cartas por encima de tu hombro. Debo añadir también que una vez arrastrada esa primera carta es recomendable que las siguientes no se vayan dejando alineadas con el resto de la baraja; mejor se empezarán dejando alineadas con la carta desplazada, y gradualmente irás dejándolas más hacia fuera. De esta forma no será obvio que hay una carta asomando, pero será igual de fácil obtener la separación con el pulgar.

La mezcla también supone un método muy útil para llevar una carta elegida a la primera posición de la baraja. Empieza una mezcla por arrastre hasta que la mitad del mazo esté en la mano izquierda. Ofrece esta mitad para que depositen sobre ella la carta elegida. Arrastra sobre ella, en salida interior, la primera carta de la mitad de la mano derecha; continúa la mezcla como se explicó antes. Al terminar el proceso la carta elegida estará en la primera posición del mazo. Si se prefiere que la carta quede en la posición segunda, tercera o cuarta solo se necesita arrastrar el número adecuado de cartas sobre la elegida, antes de arrastrar una carta en salida interior.
Todos los juegos contenidos en este libro han sido, por lo que yo sé, ideados por mí. Eso, por supuesto, no quita que muchos de ellos no sean más que una combinación de principios o técnicas muy conocidas.

Finalmente, me gustaría agradecer a Paul Rosini su generosa introducción. Quienes han tenido el privilegio de verle trabajar estarán de acuerdo en que probablemente no hay ningún otro mago en Estados Unidos que combine su profundo conocimiento de la cartomagia con su increíble habilidad técnica. Uno solo puede desear que algún día se pueda convencer a Paul para que escriba algo más que una introducción.

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